La sidra, venerada en todo el mundo por su sabor único y su arraigada historia, es mucho más que una simple bebida. Originaria de la región de Normandía, en el norte de Francia, la sidra se elabora a partir de una cuidadosa selección de manzanas locales, que se prensan para extraer su jugo, el cual se fermenta para crear esta bebida refrescante y ligeramente efervescente.

La historia de la sidra se remonta a siglos atrás, cuando los primeros pobladores de Normandía comenzaron a cultivar manzanas y a experimentar con diferentes métodos de fermentación. Con el tiempo, la producción de sidra se convirtió en una parte integral de la vida cotidiana en la región, dando lugar a una rica tradición que ha perdurado a lo largo de los años.

El proceso de elaboración de la sidra es un arte en sí mismo, que requiere paciencia, habilidad y un profundo conocimiento de las variedades de manzanas y sus propiedades. Una vez que las manzanas son cuidadosamente seleccionadas y prensadas para extraer su jugo, este se deja fermentar a temperatura controlada durante varios meses, permitiendo que los azúcares naturales de la fruta se conviertan en alcohol y que se desarrollen los característicos aromas y sabores de la sidra.

En Normandía, la sidra es mucho más que una simple bebida; es un símbolo de convivencia, celebración y camaradería. Se sirve tradicionalmente en grandes botellas de vidrio, y se comparte entre amigos y familiares durante las comidas festivas y los eventos sociales. Su ligero sabor afrutado y su agradable efervescencia lo convierten en el acompañamiento perfecto para una amplia variedad de platos, desde quesos y embutidos hasta mariscos y postres.

En Marcel Thorel, estamos orgullosos de continuar con la rica tradición de la sidra normanda, utilizando solo las mejores manzanas cosechadas a mano y siguiendo los métodos de producción artesanales que han sido transmitidos de generación en generación. Cada botella de nuestra sidra es una celebración de la historia y el patrimonio de Normandía, y estamos comprometidos a preservar esta tradición para las generaciones futuras.